Facebook, Twitter o
también YouTube se han convertido en páginas básicas que solemos usar diariamente, a menudo sin medir el peso del impacto de estas famosas
herramientas mundiales. Desde algunos años, estas redes sociales se han vuelto
en una cuestión muy debatida bajo muchísimos puntos de vista. En este ensayo,
voy a desarrollar más en detalle como este nuevo modo de vida influye a los
niños y adolescentes. He elegido orientarme en esta dirección porque los
jóvenes representan el porvenir de nuestra sociedad y es sobre ellos que se
repercutan más los efectos de estas plataformas. Describiendo las ventajas
tanto como los peligros de las redes sociales sobre la nueva generación, voy a
tratar proveer un análisis completo sobre este gran debate ético actual.
Primero, mediante el uso
de sitios de redes sociales, los adolescentes pueden hacer conexiones amplias
en todo el mundo. Se puede encontrar fácilmente personas con intereses comunes
y construir verdaderas amistades con ellas, incluso si están a un millar de
kilómetros de distancia y tienen diferentes orígenes sociales. Los medios
sociales también ayudan a fortalecer las relaciones. Muchos niños y
adolescentes tienen amigos que se alejaron o que se conocieron en el extranjero
y con quienes desean mantenerse en contacto. Gracias a las redes sociales, no
tienen que preocuparse de perder el contacto ya que la distancia y el tiempo ya
no juegan un papel importante. Sólo mediante el envío de una solicitud de
amigos y de la aceptación de ésta, basta iniciar un chat para poder ser
fácilmente de nuevo en contacto e intercambiar lo que está pasando en sus
vidas. Uno de los mejores ejemplos es el de los estudiantes Erasmus que se
reunieron en un país extranjero y aún tienen contacto cuando están de vuelta en
casa.
En segundo lugar, la mensajería,
el chat y otros grupos de conversaciones en línea pueden ayudar al niño
socialmente incómodo abrirse y sentirse mejor acerca de la comunicación. Sin
las presiones añadidas de comunicación en persona, los adolescentes pueden
comenzar a sentir una mayor comodidad durante una discusión con sus compañeros.
Los medios sociales pueden ayudar a superar los problemas emocionales como la
timidez o la falta de autoestima. Por lo tanto, para los niños tímidos e
introvertidos, Internet puede ser un lugar controlable para decir lo que
piensan. Además, las redes sociales aumentan la confianza en sí mismo. Los “me
gusta” así como comentarios agradables en Facebook tienden a tener un efecto
muy positivo y pueden incluso ayudar a combatir la depresión, cuando los
adolescentes adquieren afirmación, validación y confianza. La aceptación por el
contacto con los compañeros es también un elemento importante de confianza en
sí mismo en la vida de los adolescentes. Estudios recientes muestran que varios
adolescentes no han elegido el camino del suicidio gracias a las herramientas
de comunicación en línea. Un blog puede ser terapéutico para adolescentes que
están confundidos, tristes, o que necesitan hablar para quitar frustraciones. Cuando
los jóvenes se conectan a comunidad social, encuentran a gente con quien hablar.
Luego, se dice que la
socialización en línea es lo contrario del aislamiento. De hecho, los
partidarios dicen que todo está en la “conexión”. Las redes sociales permiten a
los usuarios mantenerse al día con sus amigos y pueden disminuir los
sentimientos de aislamiento. Hacer conexiones con sus compañeros de clase es
más fácil que nunca para los niños contemporáneos. La interacción en línea con personas
de diferentes nacionalidades puede hacer que los niños sean más orientados
hacia la comunidad. Incluso puede hacer que algunos de sus amigos estén más
cercanos en línea. El uso de Internet puede ayudar a los adolescentes ser mucho
más social. Prácticamente, charlando con un conocido permite a los adolescentes
aprender más del otro, fortaleciendo así la confianza entre las dos partes y
hacerlas más cosmopolita.
Otros beneficios vienen completar las precedentes ventajas. Por una parte,
la creación de un perfil, una página de inicio o un blog permite expresarse de
una manera creativa y el uso regular de la tecnología promueve esta
competencia. Por otra parte, una mejora de la creatividad individual y
colectiva conduce al desarrollo y a la difusión de actividades artísticas y
musicales que enriquecen nuestra cultura. La juventud puede aumentar sus ideas
a través de hacer y compartir blogs, podcasts y videos.
Asimismo, el mundo en
línea ofrece a los niños oportunidades notables de alfabetizarse y ser creativo
porque pueden publicar ideas no sólo para sus amigos, sino en el mundo entero. Resulta
que cuando escriben para personas de distinta nacionalidad, su sentido de redactar
para un auténtico público los hace trabajar más duro y crear nuevas y poderosas
formas de comunicación. Las redes sociales dan también la oportunidad de
compartir videos y artículos informativos entre sí. Hay muchos analistas que
dicen que las redes sociales educan, ya que dan respuestas a cualquier pregunta
sólo tocando el teclado. Se puede conectar eruditos con los profesores,
entrenadores y expertos. Facilitan la comunicación como son los debates y las
discusiones. Además, los adolescentes que no pueden asistir a una clase por
cualquier razón, pueden participar en línea. Esto se conoce como “aprendizaje a
distancia”. Aún más, los niños pueden ir en línea para encontrar una amplia
gama de opciones educativas que ofrecen flexibilidad, a menudo con poco o
ningún costo.
Sin embargo, estos medios de comunicación
y de redes sociales comportan una serie de perjuicios que pueden afectar a los
jóvenes utilizadores a comenzar por la falta de comunicación cara a cara. En
efecto, hay cada vez más interacción social en línea en vez de cara a cara, lo
que puede demostrar una grave falta de habilidades sociales: los niños a menudo
se sienten más cómodos con la tecnología en comparación con el hecho de hablar
in directo con la gente. También, nuestras interacciones en las redes sociales
tienden a ser lazos más débiles porque no nos sentimos como personalmente cerca
de la gente como lo somos cuando estamos cara a cara. Así, mientras estamos
comunicando más, es posible que no necesariamente construyamos relaciones más
fuertes.
Otro trastorno que puede
engendrar este fenómeno contemporáneo es problemas de salud. Por ejemplo, dedicar
demasiado tiempo a las redes sociales puede reducir el sueño. Una encuesta realizada
sobre 250 estudiantes por el informe de la BBC News School report reveló que
los adolescentes pasan un promedio de tres a cuatro horas en las redes sociales
cada noche. Después, la vida se vuelve tan cómoda que una forma de pereza se crea.
La gente ya no tiene que salir de casa para hablar con sus amigos y familiares.
Sólo tiene que ir en línea. Aún más, hace menos deporte para surfear más sobre
los blogs etc. En consecuencia, se practica una actividad física menos
regularmente y esto conduce a problemas de salud como el sobrepeso, la obesidad
y las enfermedades crónicas.
De igual modo, los medios
sociales pueden impactar negativamente en el aprendizaje. Unos estudios
encontraron que los estudiantes universitarios así como los de la escuela
secundaria que están conectados a Facebook al menos una vez durante las clases lograron
resultados más bajos. Otro estudio ha demostrado que si bien la mayoría de los
jóvenes tenga buenas notas, el 47 por ciento de los usuarios que más utilizan
los medios - los que consumen al menos 16 horas al día – obtuvieron mayormente
C menos en comparación con otros estudiantes que pasaron menos tiempo en las
redes sociales y que obtuvieron resultados superiores. Otro problema
relacionado con la enseñanza es el de la ortografía, sintaxis y estructuras
gramaticales. Éstos son sustituidos por abreviaturas que pueden parecer “chulas”
al adolescente. El conocimiento de la gramática y de la ortografía se pierde y esta
degradación afecta negativamente a los estudiantes.
Luego, uno de los problemas más
graves relacionados con los estos medios de comunicación social son la cuestión
de seguridad y de las interacciones sexuales entre adultos y menores. El acoso
cibernético representa también un riesgo, incluyendo el envío de mensajes
amenazantes, o la publicación de fotos que causan vergüenza. Todo esto puede
causar profundos trastornos psicosociales como la depresión, la ansiedad, el
aislamiento severo, y trágicamente, el suicidio.
Además, el acceso a
la vida privada es también gran amenaza para los jóvenes en las redes sociales.
En hecho, los preadolescentes y adolescentes que carecen de una conciencia de
los problemas de privacidad a menudo publican inapropiados mensajes, fotos, y
videos sin entender que “lo que pasa en línea queda en línea”. Consecutivamente,
las aceptaciones de universidades y, más tarde, los trabajos futuros pueden ser
comprometidos únicamente por clics sin experiencia. Internet también puede
hacer que los niños y adolescentes se convierten en presa fácil para los
vendedores por culpa de las informaciones que los jóvenes ponen en los sitios
de redes sociales y de su ingenuidad acerca de los datos que comparten.
En conclusión, las redes sociales tienen tanto buenos como
malos aspectos. Todo depende de cómo el usuario las utiliza. Se puede cosechar
grandes beneficios o simplemente se puede ser una pérdida de tiempo. No importa
lo que los padres piensan, si el ordenador es una herramienta maravillosa o la
puerta abierta al infierno, los adolescentes probablemente usarán estos
dispositivos virtuales en línea en algún momento incluso si no son autorizados
hacerlo. El Internet es hoy en día omnipresente: en las aulas, bibliotecas, centros
de trabajo, y es fácil de acceso por cualquier persona. Incluso si un niño no posee
un móvil, él sentado junto a él sí tiene uno. No obstante, la cuestión tal vez no
es de juzgar si los medios de comunicación social son buenos o malos, pero es
saber cómo mantener las líneas de diálogo abierto entre padres y adolescentes
con el fin de ayudar estos últimos a tratar con este universo digital, aprenderles
a distinguir el bien del mal, la realidad de la ficción, y de enseñarles cómo
utilizar estas herramientas para sus propios beneficios.
Fuentes:
Horas dedicadas a
las redes sociales por los jóvenes, BBC News Magazine, 2014 (inglés)
Impacto crónico y
temporario del uso de las redes sociales, American Psychological Association,
2014 (inglés)
Medias en la vida
de los niños entre 8 y 18 años, Keiser Family Foundation, 2005 (inglés)